martes, 6 de mayo de 2008

Software, piratería y sociedad.

Por: Francisco del Río (Cero Uno Software) - Mayo de 2008

La cada vez más común costumbre de eliminar lo más posible los artefactos físicos de las soluciones de software, desde manuales de usuario hasta cajas, candados y certificados de autenticidad, en aras de los “bajos costos de producción”; ha contribuido a la fácil reproducción de todos lo elementos que componen las soluciones. Esto ha provocando en el usuario una cada vez más débil sensación de pertenencia e identificación hacia su adquisición, acompañadas de una casi inexistente sensación de culpabilidad ante la copia, compra, venta y distribución de las soluciones de manera ilegítima.

Ante la disminución de los componentes materiales debido a las supuestas ventajas de lo “virtual”, vemos la rematerialización del software reencarnando en “Appliances” de todos tipos, que se adaptan de manera mas exacta a las expectativas de los consumidores de adquirir algo que los haga sentirse “dueños” de algo que se siente y toca, al mas puro estilo de las mas primitivas transacciones comerciales. La dificultad de hurto de componentes físicos hace mas atractiva su adquisición por parte de los consumidores y hace remarcables sus ventajas respecto soluciones “bajadas” de sitios WEB con características similares, fácilmente crackeables y distribuibles.

Como efecto colateral de sus propias acciones al eliminar componentes físicos, el fabricante de software se convierte en victima de si mismo; influyendo e impulsando a la sociedad a la aparente destrucción de su industria, promoviendo la piratería al hacerla mas fácil de realizar.

Lo que destruye a algunos hace crecer a otros, los gigantes crecen y los pequeños se empequeñecen más. Ante la facilidad de reproducción y la baja sensación de culpabilidad, la base instalada de software “gratuito” de gigantes es cada vez mas alta. De esta enorme base instalada un porcentaje es “forzado” por las autoridades a regularizarse, otros por miedo a represalias deciden hacerlo y algunos pocos mas por convicción propia se ponen “al corriente”, representado ingresos de cantidades obscenas anuales, dando entrada en el planeta a algunos de los millonarios del “top ten” de Forbes.

El efecto general resumido es que los nuevos emprendedores de software casi de manera inevitablemente serán víctimas de la piratería, disminuyendo sus ingresos de manera alarmante, es muy probable en un periodo corto de tiempo sus aires emprendedores de vean coartados por los malos hábitos de su mercado meta.

Solo algunos pocos más vivos subsisten al reto “materializando” las soluciones y evitando los efectos colaterales de la “virtualización”.

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